El trastorno bipolar es la sexta causa de discapacidad
La Organización Mundial de la Salud estima que entre 1 y 2% de la población sufre esta patología. Campaña de concientización.
La vida de Vincent Van Gogh estuvo marcada por episodios de gran melancolía, alternados por otros en que la pasión creadora lo embargaba y terminó con su suicidio a los 37 años. Se estima que el artista holandés sufría de un desorden maníaco-depresivo.
De ahí que se haya elegido el 30 de marzo, la fecha de su nacimiento, para conmemorar por primera vez el Día Mundial del Trastorno Bipolar. El objetivo es concientizar sobre esta enfermedad mental y eliminar el estigma que pesa sobre los pacientes.
Se estima que entre 1 y 2% de la población mundial sufre de este trastorno que, según la Organización Mundial de la Salud, es la sexta causa de discapacidad en el mundo. Esto, ya que la enfermedad afecta las relaciones familiares, sociales y laborales de la persona pero también porque, debido a la estigmatización del desorden, sólo un tercio de quienes la padecen buscan tratamiento.
Da ahí que la Sociedad Internacional de Desórdenes Bipolares (ISBD), la Fundación Internacional Bipolar (IBPF) y la Red Asiática de Desorden Bipolar (ANBD) decidieran fijar un día para generar conciencia.
El psiquiatra Omar Rodríguez explicó que el paciente experimenta tres fases: depresión, manía y eutimia (o ánimo normal). El médico comentó que la manifestación de la enfermedad es particular de cada persona y depende de la gravedad del cuadro, pero no se debe confundir con la ciclotimia o cambios de ánimo, ya que cada estadio es bien marcado y habitualmente dura varias semanas.
De todos modos, en ocasiones aparece un episodio mixto, en el que se combinan la tristeza, angustia e irritabilidad del síndrome depresivo, con la impulsividad del maníaco, lo que aumenta las posibilidades de suicidio.
Rodríguez, del Instituto de Salud Mental Mendoza, subrayó que, como las depresiones de quienes sufren de trastorno bipolar son muy profundas, entre los afectados hay un índice significativo de intentos de suicidio. Sin embargo, es común que los familiares consulten en los momentos de euforia, cuando la persona sufre del descontrol impulsivo que lo lleva a dilapidar sus pertenencias y recursos, así como a otros excesos.
Se sabe que la enfermedad tiene una base genética, por lo que suele observarse antecedentes en la familia, y también que existe un componente biológico importante, aunque también intervienen en su aparición múltiples factores desencadenantes. El tratamiento, señaló Rodríguez, suele contemplar la administración de estabilizadores del ánimo, aunque los abordajes varían.
Uno de los desafíos importantes, planteó, es la adherencia al tratamiento, ya que el paciente suele dejarlo en cuanto se siente mejor. Sin embargo, cuando lo sostienen en el tiempo, disminuye la frecuencia de los episodios y pueden insertarse social y laboralmente. De ahí que recomiendan a los pacientes y sus familias que acudan a los grupos de ayuda de Fubipa, Fundación Bipolares de Argentina.
Sergio Strejilevich, jefe del Programa de Trastornos Bipolares del Instituto de Neurociencias de la Fundación Favaloro, resalta que ha habido "importantes avances en el diagnóstico y tratamiento en el trastorno bipolar que han permitido que los pacientes puedan vivir una vida estable y feliz con una notable mejora en su calidad de vida y en la de sus familiares.
Pero además es necesario crear conciencia en toda la comunidad para evitar los prejuicios que suele provocar esta enfermedad". La entidad proyectará hoy un video con historias de pacientes y profesionales que lograron afrontar con éxito la enfermedad.
Grupos de ayuda para pacientes y familiares
En la provincia funciona un grupo de Fubipa, Fundación Bipolares de Argentina, que se reúne los segundos sábados de cada mes, de 17.30 a 19, en el Centro Integrador Comunitario N° 1, ubicado en 9 de Julio 3565 de Ciudad (cerca del Zanjón de los Ciruelos).
La entidad nació en Buenos Aires a partir de la inquietud de profesionales de la salud mental y de pacientes en tratamiento que pudieron recuperar una vida con estabilidad, de acompañar tanto a personas que padecen Trastorno Bipolar como a sus familiares.
Los grupos de ayuda mutua son coordinados por un familiar o un paciente -según el caso-, capacitados para la tarea y supervisados por un profesional de la salud.
El principio central es la confidencialidad y el objetivo de las charlas es compartir experiencias y combatir el aislamiento en el que suelen caer los afectados y su entorno cercano. Para mayor información se puede ingresar a la página web www.fubipa.org.ar o enviar un correo electrónico a fubipamendoza@gmail.com
Quieren jerarquizar la Dirección de Salud Mental
La senadora provincial Claudia Najul (UCR) adelantó que presentará un proyecto para crear por ley la Dirección de Salud Mental y Adicciones, que dependería en forma directa del Ministerio de Salud de la provincia y a la que se deberá dedicar 10% del presupuesto de esta cartera. Esto, tal como sugieren estándares internacionales a los que adhiere la Ley Nacional 26.657, de Salud Mental.
Si bien esta dirección ya existe, fue creada por resolución ministerial y está incluida en la injerencia de la Subsecretaría de Gestión de Salud, por lo que, en opinión de la legisladora, no cuenta con presupuesto adecuado y suficiente para cumplir con el abordaje integral que postula la normativa vigente.
Najul reafirmó la necesidad de dar mayor atención a la problemática de la salud mental, luego de que una persona, en una crisis psiquiátrica, asesinara a su hermano.
Pero más allá de esta tragedia, resaltó que se debe abordar la enfermedad mental de un modo integral ya que la normativa nacional la reconoce "como un proceso determinado por componentes históricos, socio-económicos, culturales, biológicos y psicológicos, cuya preservación y mejoramiento implica una dinámica de construcción social vinculada a la concreción de los derechos humanos y sociales de toda persona".
Subraya que no hay que estigmatizar, separar o segregar de la sociedad sino, por el contrario, incluir, contener y cuidar a quienes padecen un trastorno.