Espacio de difusión, promoción y actualización de los Derechos de las Personas con Discapacidad, principalmente en la Provincia de Tucumán, República Argentina. Dr Juan Manuel Posse
Más de 50 instituciones marcharon hoy en la plaza Independencia para pedirle a la Nación que no haga recortes en su sector. Denuncian un atraso de pagos desde 2017.
Más de 50 instituciones y organizaciones marcharon hoy en la plaza Independencia para decir “no” al ajuste en discapacidad. Con batucadas, bailes y una vuelta por el espacio público, pidieron que la Nación no continúe con los recortes en su sector, que lleguen los insumos necesarios para atender las diferentes discapacidades y que el pago de los sueldos no siga atrasado, entre otros reclamos.
LA GACETA / ANALÍA JARAMILLO VÍA MÓVIL
“Hoy estamos en pie de reclamo de honorarios de los profesionales, de los transportistas, de los pacientes en general. El no recibir la remuneración afecta todo: como los padres llevan a sus hijos a terapia, como pueden recibir una terapia adecuada. Hay un atraso de la Superintendencia de Discapacidad, que es la que libera los pagos de las obras sociales. Desde el año pasado es el retraso”, explicó la licenciada Susana del Valle, del centro educativo terapéutico Convivencias. Por su parte, destacó la falta de sensibilidad de las autoridades nacionales.
“Me llama la atención que la vicepresidenta no haga nada por esto, justamente que ella es discapacitada. Mucha gente vive, come con esto. Ella tendrá dinero, pero hay muchos que no. En Tucumán hay mucha pobreza y hay mucha discapacidad. Espero que el gobierno local salga y nos ayude, que interceda, que sea le mediador a nivel nacional para que tengamos los honorarios como corresponde”, añadió la profesional, que marchó junto con representantes de instituciones, transportistas y familiares de personas con discapacidad.
LA GACETA / ANALÍA JARAMILLO VÍA MÓVIL
Desde el Gobierno provincial comentaron que recibieron a los representantes de la Asociación para la Promoción de la Tecnología Social (Apte). “El Gobierno Nacional les adeuda varios meses y los aumentos del combustible les cercena la fuente de trabajo. Esto es gravísimo. Hoy en plaza Independencia está el dolor de los familiares y de las personas con discapacidad que están recibiendo un trato cruel e indigno, teniendo a la cabeza de la Agencia Nacional a la propia Presidencia de la Nación”, comentó Carolina Vargas Aignasse, secretaria de Estado de Gobierno de la Provincia. Por otra parte, la funcionaria confirmó que durante la mañana elaboró un pedido audiencia personal a la Agencia Nacional de Discapacidad para mediar por esta problemática.
La movilización comenzó a las 10 en la plaza Independencia, encabezada sobre todo por Escuelas Especiales, Centros de Día, Centros Educativos Terapéuticos y Hogares.
Fuente: La Gaceta
martes, 28 de agosto de 2018
Aunque una espada atravesara mi corazón, me despertaría una y mil veces a esta realidad Aunque toda mi sangre derramara me aferraría una y mil veces a tus recuerdos.
Aunque en las tinieblas me perdiera no dejaría nunca de buscar la salida, aunque las fuerzas me faltaran en mi llanto tu nombre invocaria.
Porque no hay luz más bella que la que ilumina tu sonrisa porque de pequeña eres grande que en donde mis pasos den, invadirá tu brisa.
Es abierta a todo público, con un costo de inscripción de $300 y de $200 para media jornada, las que se reciben hasta hoy con la promoción 3x2 (se inscriben 3 pagan 2) de 9 a 12 y de 18 a 21 horas en Maipu 70 segundo piso oficina 8 de S. M. de Tucumán. Mañana miércoles se recibirán inscripciones también al ingreso de la sala (ya sin la promoción), desde las 08:00 y durante el evento que se desarrollará en el teatro de la Paz (9 de julio 162)
Conseguir un maestro integrador para los chicos con discapacidad se volvió una odisea
El Estado impulsa por ley la educación inclusiva, sin embargo es difícil conseguir especialistas por las precarias condiciones de trabajo que tienen.
Agradecidas por la posibilidad de sacar a la luz su complicada realidad laboral, que mayormente se desconoce, las maestras integradoras cargan con la cruz de la invisibilidad y la indiferencia. “Nadie sabe que existimos, menos qué hacemos”, es el pensamiento de las profesionales que consultó Clarín. “¿En qué trabajo laburás de lunes a viernes y no cobrás durante seis meses? Y encima, no sólo no te pagan, sino que tenés que reclamar todos los días a las obras sociales, que encima te maltratan”, exclaman en carne viva. Así empieza esta historia de gente luchadora, preparada y urgida por ser escuchada.
El maestro (o maestra) integrador, también llamado acompañante personal no docente (APND) tiene como objetivo principal acompañar a chicos con alguna discapacidad (TGD, autismo, síndrome de Down), en la asimilación de las actividades diarias dentro del aula y en la interacción con el resto de sus compañeros. No tienen cargos docentes, tampoco paritarias y son externos a la escuela aunque estén dentro del aula. Cobran $10.900 por mes y la mayoría padece la falta de pago.
No existe una regulación que las ampare, no pertenecen ni a Salud ni a Educación, tampoco tienen paritarias; sólo recibieron un 5 % de aumento en 2017 y ni un centavo en lo que va del año. "La Agencia de Discapacidad, que es la que nos determina los aumentos, no entiende que ganamos miseria y encima no nos atiende; la Superintendencia de Salud, que es la que manda los pagos a las obras sociales nos ningunea, y cuando los mandan, las obras sociales nos bicicletean”. Este es el pedido de auxilio de Yesica Cozzetto, Laura Luquet, Mariana Arce, Micaela Iturrioz, Romina Crocetta, Karina Herrera y Patricia Guarino, quienes, inquebrantables, mantienen una desgastante lucha por cobrar una tarea que despliegan con pasión y compromiso.
Como contrapartida, el Estado impulsa la educación inclusiva a partir de la Ley 26.206 que, desde 2006, establece que los padres pueden inscribir a sus hijos con capacidades diferentes en escuelas regulares. Según un relevamiento de la Secretaría de Gestión Educativa de la Nación hay 35.000 docentes integradores y de escuelas especiales, que acompañan a unos 77.000 alumnos (de nivel inicial, primario y secundario). Sin embargo, escasean los maestros integradores, que interrumpen los tratamientos por semejante destrato y, luego, cuesta mucho conseguir reemplazantes.
La lucha de las integradoras es adentro y afuera del aula.Adentro porque no son totalmente bienvenidas; es más, muchos docentes que tienen el poder del aula los miran con recelo y los catalogan de estorbos y obstáculos. “Hay ignorancia y cerrazón, temen que los chicos que necesitan integración les revolucionen la clase. Es una cadena insoportable que empieza en los padres que presionan a los directores y estos a los maestros de grado, quienes nos hacen el vacío”, describe Karina Herrera, madre de dos chicos con autismo. “Intentamos guiar a los maestros con métodos para facilitar el aprendizaje de los integrados, lo que a veces provoca un choque de autoridades”, revela Iturrioz. Asiente Arce, que acota: “Nos ven como intrusos, y quieren sacarnos de encima”. Para Guarino “muchos maestros no tienen recursos para tratar con los chicos integrados como sí nosotros, que podemos ayudarlos para que tengan más dignidad e independencia”.
Mariana Arce junto a Josefina, quien tiene retraso madurativo leve. "La acompañé dos años, es un orgullo verla crecer y evolucionar", cuenta Arce.
Y afuera del aula “estamos cobrando, cada muerte de obispo, $10.900, con 90 o 120 días de atraso, y nadie nos atiende en la Agencia Nacional de Discapacidad”, aseguran calientes. "En la Agencia nos dicen: 'Hay otros profesionales disponibles, si no les gusta, ya saben...'. Y no les importa nada del vínculo afectivo y educativo que construimos con los alumnos. Esa relación integrador-asistido es clave para el avance del chico", despacha con enfado Arce.
La desazón es tan grande que se pone en jaque el futuro de esta profesión. “Vemos un futuro negro, estamos más cerca de abandonar y dedicarnos a otra cosa”, es el denominador común de las quejas. "Esperamos, esperamos, pero siempre salimos perdiendo. Parece que no entienden que se trata de una profesión en extinción", se lamentan Crocetta y Herrera.
Distribución en el aula. Así se sientan las integradoras con los nenes en una ronda típica durante la clase.
“Predomina una desvalorización general, tanto hacia el profesional como al paciente”, desliza Cozzetto, que asiste a una niña con síndrome de Noonan, un trastorno que afecta el desarrollo corporal y madurativo. “Se hace muy complicado mantener el puesto por más amor y convicción que tengas. ¿Cómo le explico yo a la familia de esta niña?”. Luquet, que asiste a una chica sorda, alza la voz: “No nos podemos enfermar porque somos monotributistas, no tenemos vacaciones ni aguinaldo. Estamos cansadas de pelear y reclamar”. Iturrioz remarca “la nula intención de hacer algo para mejorar. Este año decidí correrme porque económicamente se me hace insostenible”. Especializada en lenguaje de audición, Arce apunta a lo delicado y demandante que es el trabajo. “No podemos dejar a nuestros chicos solos ni en el recreo. Y si voy al baño, antes tengo que avisar”.
A mal tiempo, buena cara. Pese a todo, los integradores se mantienen unidos, luchando por sus derechos... y sonrientes.
Crocetta tiene cuatro trabajos pero no cobra en tres. Atraviesa un momento bisagra, está embarazada y mira el horizonte laboral con escepticismo. “Soy inquilina, mi marido es docente y trabaja de albañil para ayudarme. ¡Cómo hago para seguir adelante! Con dolor pienso en abandonar los tratamientos, lo que me provoca una enorme tristeza porque he construido un fuerte vínculo con los chicos y sus familias”.
Iturrioz hace malabares para exteriorizar una mueca de felicidad con los progresos de Valentina (18), que padece una parálisis cerebral. “No puede escribir ni tiene desarrollado el lenguaje oral, pero son conmovedores sus avances”.
Las integradoras están atravesadas por sensaciones encontradas: el amor que sienten por su labor y esa espada de Damocles que escarba en la herida. “Es difícil trabajar tranquila y dar lo mejor. Vivimos en un país que no te da tregua en lo económico”, coinciden Iturrioz, Crocetta y Guarino. “Nos vinculamos afectivamente con el paciente y su familia, y nos sentimos fantásticos cuando advertimos un avance, y nos mortificamos cuando se pone en riesgo la continuidad del tratamiento. Y hasta los propios familiares se decepcionan si damos un paso al costado, pero, ¿quién piensa en nosotras? Necesitamos que nos traten dignamente porque nos esforzamos para que los chicos puedan tener una calidad de vida mejor. Nos duele que el sistema educativo, y el de salud también, dejen afuera a los chicos y, por ende, a los que nos dedicamos a integrarlos”.
La charla se diluye... Queda una reflexión final que vaticina un futuro agorero. “Cada vez será más difícil conseguir integradoras, ya que con 10.900 mangos, nadie quiere trabajar de lunes a viernes, 20 horas semanales y encima cobrando cada muerte de obispo”. Y se despiden cabizbajas: “No esperamos grandes respuestas, sí que se conozcan las condiciones en las que trabajamos”.
KARINA HERRERA, UNA MADRE QUE PELEA POR LA INCLUSIÓN DE SU HIJO
Karina Herrera junto a su hijo Julián, que tiene 3 años, padece autismo y es discriminado en una escuela de Barracas.
Julián padece TEA, un tipo de trastorno autista que afecta la interacción y el aprendizaje. Su mamá, Karina Herrera (que integra AFAPPREI, comisión integrada por familias y prestadores por la inclusión), lo lleva a un jardín, en Barracas, donde su directora no lo quiere y deja en evidencia ese destrato. “Lo discriminan porque esa señora (la directora) se adueña de las instalaciones y no entiende que Julián tiene derechos para formar parte, existe una ley de educación inclusiva que lo permite y un Estado que, se supone, estimula la inclusión”. Karina, sola contra el mundo -con un exmarido borrado y con un segundo hijo que padece otra variante de autismo- tiene una fuerza envidiable que nada la frena cuando se trata de sus crias. “Hay una desprotección y una falta de humanidad escalofriantes”, se quiebra Karina, quien sin trabajo subsiste con los restitos de una vieja indemnización.
ROMINA CROCETTA, UNA MAESTRA QUE NO COBRÓ EN TODO 2018
Romina Crocetta, tiene cuatro trabajos como integradora pero no cobra en tres. "No creo que siga ejerciendo".
Psicopedagoga, Romina Crocetta (38) tiene cuatro alumnos con capacidades diferentes. Cansada del bicicleteo y la falta de pago, está por abandonar un tratamiento con un nene de 12 años, con autismo no verbal severo, a quien acompaña en Ramos Mejía. Por este trabajo no cobró un peso en todo el año. “Estoy saturada de llevar todos los meses la factura a Osecac, donde me dicen que la Superintendencia de Salud no la habilita porque no figuro en el registro nacional de prestadores. Yo presenté todos los papeles correspondientes en la obra social y siempre me dijeron que tenía todo al día”. En otro de sus trabajos, en la escuela Don Bosco, de Congreso, tampoco cobró en 2018. “Me deben más de 70 mil pesos pero en OSPSA, la obra social, me ponen excusas y trabas, ya no saben qué inventar. Me duele pensar en dejar a los chicos, pero tengo que pesar en mí y este trabajo ya no da para más”.
SERGIO TARICCO, SUPERINTENDENTE DE SALUD: “NO VEO MOTIVOS POR LOS QUE LAS OBRAS SOCIALES NO LES PAGUEN A LOS INTEGRADORES"
"Nosotros desde la Superintendencia de Servicios de Salud (SSS) enviamos, cada mes, una cifra cercana a los 1.400 millones de pesos que van para las Obras Sociales, que son las que deben redistribuir el monto de acuerdo a las facturas que reciben de los prestadores de salud. A los 30 días de entregadas esas facturas deberían estar cobrando. ¿Se entiende?”, hace saber Sandro Taricco, el Superintendente de Salud.
“El 40 por ciento del presupuesto de la Superintendencia -desmenuza Taricco- es destinado al área de discapacidad. O sea que plata hay, no deberían haber reclamos de profesionales por falta de pago. Y de eso estoy convencido porque yo soy el que envía la plata a una cuenta al Banco Nación”.
-Pero hay profesionales que aseguran no estar cobrando... Y muchos desde hace varios meses...
-Me llama la atención esa demora. No veo motivos.
Protesta. Los prestadores reclaman sus salarios, camino a la Superintendencia de Servicios de Salud.
-¿Por qué no están pagando, entonces?
-Sí que estamos pagando. Hay obras sociales a las que la Superintendencia de Salud les transfiere unos 250 millones por mes.
-¿Puede hacer algo la SSS?
-Nosotros venimos haciendo auditorías en distintas obras sociales las cuales, ante nuestra intervención, terminan pagando. Pensá que la SSS trabaja con 300 obras sociales, que son las destinatarias de los 1.400 millones de pesos. ¡300 son! Siempre algunas pueden hacer las distraídas.
-¿Y que acciones toman ante la interrupción de un tratamiento por falta de pago?
-Es que no puede suceder eso, porque ya dije que la SSS paga. ¿Qué puedo hacer? Yo tengo unos diez, quince inspectores que deben auditar las 300 obras sociales. Por ejemplo: si hoy paso por Osecac, después vuelvo a pasar en cuatro meses. Entonces si se hacen los pillos, yo no puedo hacer mucho.
-¿Puede haber sanciones para quienes se hagan los vivillos?
Una denuncia penal y sanciones económicas de poco dinero que no terminan haciendo mella.
-¿Recibiría a prestadores que padecen atrasos o falta de pago?
-Recibo todo el tiempo gente para mejorar lo que sea posible y hasta hicimos una auditoría pública. No sé cuántos funcionarios pusieron la cara como la puse yo. Pero yo estoy tranquilo con el trabajo que hacemos desde la SSS y cada mes transferimos una fortuna para todo lo que tenga que ver con discapacidad.
-¿Cuesta encontrar reemplazos de maestros integradores?
Claro que cuesta y mucho. Cuando alguno se va no es sencillo encontrar quién lo reemplace. Hay trabajo, eh, pero porque las condiciones no son las más ventajosas.
Organizada por el grupo Discapacidad Dignidad Tucuman, el día miércoles 22 de agosto de 9 a 13 y 17 a 21 horas se llevará a cabo en el Teatro de la Paz, ubicado en calle 9 de julio 162 de la ciudad de San Miguel de Tucuman, la jornada sobre discapacidad "Construyendo el camino a la Inclusión". Es abierta a todo público, con un costo de inscripción de $300, las que se reciben de lunes a viernes de 9 a 12 y de 18 a 21 horas en Maipu 70 segundo piso oficina 8, o bien el día del evento al ingreso del auditorium. Para las inscripciones anticipadas rige la promoción 3x2 (se inscriben 3 pagan 2) Se entregaran certificados de asistencia. Los temas propuestos serán:
Por la mañana Rossana Perez fundadora de la Granja La Vidalita y actualmente a cargo de distintos espacios y proyectos, abordara la equinoterapia. La Lic. en Psicología Brenda Gargaglione Rivetti se referirá a "Evaluaciones cognitivas y detección de dificultades en el neurodesarrollo, en los casos de autismo y otras condiciones. Los abordajes terapéuticos y educativos y la contención de la familia." Fabiana Del Valle Cruz, Directora de la Escuela Florencio Balcarce de la ciudad de Concepción, disertará sobre "Los desafíos de la escuela inclusiva". El Dr. Juan Manuel Posse, disertará sobre los derechos, las coberturas, la inclusión educativa y otros temas. Cerrará por la mañana brindando su testimonio la Dra. Virginia Posse , quien adoptó seis hermanitos para volver a unirlos,
Por la tarde la arquitecta Josefina Ocampo expondrá el tema "Accesibilidad Cognitiva y Diseño Universal - una mirada inclusiva" La Fonoaudióloga Marcela Gomez se referirá a los "Aspectos del uso y fortalecimiento del lenguaje en los niños y jóvenes con Síndrome de Down".La Psicopedagoga Milagros Martinez abordará "Las dificultades del aprendizaje". El Dr. Juan Manuel Posse, continuará también a la tarde su exposición. Al finalizar por la tarde se abordará el testimonio de vida sobre la discapacidad y de la adopción a cargo de Nuria José Pérez quien albergó en su seno familiar a Zoe, la historia de amor de una enfermera que recorrió los distintos medios del país
JORNADA INTERDISCIPLINARIA DE DISCAPACIDAD, INCLUSIÓN FAMILIAR, PSICOSOCIAL Y EDUCATIVA "CONSTRUYENDO EL CAMINO DE LA INCLUSION".
FECHA Y LUGAR: se realizará el día 22 de agosto de 9 a 13 y 17 a 21 hs en el Teatro de la Paz, ubicado en calle 9 de julio 162 de la ciudad de San Miguel de Tucuman y es organizada por el Grupo Discapacidad Dignidad Tucuman
DISERTANTES MODULO MAÑANA (9 A 13 HS)
Lic. en Psicología Brenda Gargaglione Rivetti Evaluaciones cognitivas y detección de dificultades en el neurodesarrollo, en los casos de autismo y otras condiciones. Los abordajes terapéuticos y educativos y la contención de la familia.
Fabiana Del Valle Cruz, Directora de la Escuela Florencio Balcarce de la ciudad de Concepción, disertará sobre "Los desafíos de la escuela inclusiva",
Rossana Perez quien fuera fundadora de la Granja La Vidalita y actualmente a cargo de distintos espacios y proyectos, abordara la equinoterapia.
El Dr. Juan Manuel Posse, disertará sobre los derechos, las coberturas, la inclusión educativa y otros temas
DISERTANTES MODULO TARDE (17 A 21 HS)
La arquitecta Josefina Ocampo expondrá el tema "Accesibilidad Cognitiva y Diseño Universal - una mirada inclusiva"
La Fonoaudióloga Marcela Gomez se referirá a los "Aspectos del uso y fortalecimiento del lenguaje en los niños y jóvenes con Síndrome de Down".
La Psicopedagoga Milagros Martinez abordará "Las dificultades del aprendizaje".
El Dr. Juan Manuel Posse, continuará también a la tarde su eposión.
Al finalizar se abordaran los testimonio de vida sobre la discapacidad y de la adopción de la mano de Nuria José Pérez quien albergó en su seno familiar a Zoe, la historia de amor que recorrió los distintos medios del país y tambien de Maria VIrginia Posse,, quien adoptò seis hermanitos para volver a unirlos. .
INSCRIPCIONES
Las inscripciones se reciben en Maipu 70, 2° piso oficina 8, de lunes a viernes de 9 a 12 y de 18 a 21. Tel. 4975483. El costo de la misma es de $300 la jornada completa o de $200 la media jornada, en ambos casos la promoción se inscriben 3 pagan 2 (rige para las inscripciones anticipadas) o bien el día del evento al ingreso del salón sujeto a la existencia de cupos disponibles.
La Jornada es dirigida a público en general. Al finalizar se entregaran certificados de asistencia.