Para mejorar el pronóstico de las personas afectadas de TEA, es muy importante realizar un diagnóstico temprano e iniciar el tratamiento lo antes posible. Los programas de intervención deben ser integrales y tener en cuenta las características individuales de cada persona.
Los datos provenientes de los estudios científicos, permiten afirmar hoy por hoy, que la causa del autismo es biológica (con una influencia muy relevante de los factores genéticos) y no una alteración psicogénica, es decir, la expresión clínica de un trauma psicológico. Esta constatación ha permitido elaborar, desde hace tiempo ya, programas de atención psicopedagógica individualizados y aplicar tratamientos farmacológicos que pueden mejorar ciertos síntomas a la vez que permiten al niño o adulto, disponer de más posibilidades de desarrollar su potencial.
Con el fin de mejorar el pronóstico de las personas afectadas por TEA, es muy importante realizar un diagnóstico precoz e iniciar el tratamiento lo antes posible. Los programas de intervención deben ser integrales (dirigidos a todas las áreas evolutivas y a los diferentes contextos) y tener muy en cuenta las características individuales de cada persona. La coordinación entre los diferentes profesionales y servicios que atienden al niño/a afectado, debe ser muy efectiva y es recomendable que uno de los profesionales implicados actúe como referente, con la clara misión de coordinar las diferentes actuaciones y convertirse en el interlocutor preferente de la familia. En relación a la familia, es muy importante que los padres reciban asesoramiento y el soporte adecuado, y que se elabore un programa para el hogar, en el que se describan los objetivos específicos y metodología de trabajo.
Los servicios básicos dirigidos a los afectados deben cubrir sus necesidades, desde el mismo momento en que son diagnosticados y durante todo el ciclo vital, con servicios de soporte a las familias, que permitan a los progenitores convivir con el hijo/a afectado cuanto más tiempo mejor, sin desestructurar el núcleo familiar y consiguiendo de esta forma una verdadera integración en la sociedad.
Con el fin de mejorar el pronóstico de las personas afectadas por TEA, es muy importante realizar un diagnóstico precoz e iniciar el tratamiento lo antes posible. Los programas de intervención deben ser integrales (dirigidos a todas las áreas evolutivas y a los diferentes contextos) y tener muy en cuenta las características individuales de cada persona. La coordinación entre los diferentes profesionales y servicios que atienden al niño/a afectado, debe ser muy efectiva y es recomendable que uno de los profesionales implicados actúe como referente, con la clara misión de coordinar las diferentes actuaciones y convertirse en el interlocutor preferente de la familia. En relación a la familia, es muy importante que los padres reciban asesoramiento y el soporte adecuado, y que se elabore un programa para el hogar, en el que se describan los objetivos específicos y metodología de trabajo.
Los servicios básicos dirigidos a los afectados deben cubrir sus necesidades, desde el mismo momento en que son diagnosticados y durante todo el ciclo vital, con servicios de soporte a las familias, que permitan a los progenitores convivir con el hijo/a afectado cuanto más tiempo mejor, sin desestructurar el núcleo familiar y consiguiendo de esta forma una verdadera integración en la sociedad.
Alguns dels tractaments conductuals actuals són:
- ABA (Applied Behaviour Analysis)
- DENVER (Early Start Denver Model)
- PECS (Picture Exchange Communication System)
- TEACCH (Treatment and Education of Autistic RelatedCommunication Handicapped Children)
- ABA (Applied Behaviour Analysis)
- DENVER (Early Start Denver Model)
- PECS (Picture Exchange Communication System)
- TEACCH (Treatment and Education of Autistic RelatedCommunication Handicapped Children)
Para mejorar el pronóstico de las personas afectadas de TEA, es muy importante realizar un diagnóstico temprano e iniciar el tratamiento lo antes posible. Los programas de intervención deben ser integrales y tener en cuenta las características individuales de cada persona.
ABA (Applied Behaviour Analysis)
ABA es la ciencia que aplica de forma sistemática los principios del análisis del comportamiento para mejorar la conducta social de las personas con Trastorno del Espectro Autista. Aplicar el ABA significa adaptar los conocimientos basados en los estudios empíricos de la Teoría del Aprendizaje y la modificación de conducta a la población con TEA.
En un primer momento, deben identificarse las áreas prioritarias de intervención, para poder trabajar siguiendo el método ABA y mejorar las conductas. Por un lado, con el método se pretende aumentar conductas sociales y de comunicación y, por el otro, reducir conductas estereotipadas, repetitivas e inflexibles.
El ABA debe aplicarse de forma individualizada, estructurada, intensiva y extensiva, es decir, abarcar todos los contextos de la persona con TEA y debe implicar a todo el mundo: familia, profesores, terapeutas, compañeros, etc.
Las técnicas que se utilizan se basan en los siguientes fundamentos: consecuencias (refuerzo y castigo), extinción, estímulos discriminadores, ensayo discreto, soporte, desglose, amoldamiento.
En un primer momento, deben identificarse las áreas prioritarias de intervención, para poder trabajar siguiendo el método ABA y mejorar las conductas. Por un lado, con el método se pretende aumentar conductas sociales y de comunicación y, por el otro, reducir conductas estereotipadas, repetitivas e inflexibles.
El ABA debe aplicarse de forma individualizada, estructurada, intensiva y extensiva, es decir, abarcar todos los contextos de la persona con TEA y debe implicar a todo el mundo: familia, profesores, terapeutas, compañeros, etc.
Las técnicas que se utilizan se basan en los siguientes fundamentos: consecuencias (refuerzo y castigo), extinción, estímulos discriminadores, ensayo discreto, soporte, desglose, amoldamiento.
DENVER (Early Start Denver Model)
El Early Start Denver Model (ESDM) es un enfoque de la intervención integral conductual precoz para los niños con autismo de 12 a 48 meses de edad. El programa incluye un currículum del desarrollo, que define las competencias que deben enseñarse en un momento dado así como un conjunto de procedimientos de enseñanza. Puede llevarse a cabo por parte de equipos de terapia y/o padres en los programas de grupo o en sesiones de terapia individual, ya sea en una clínica o en el hogar del niño.
Las psicólogas Sally Rogers y Geraldine Dawson desarrollaron el Early Start Denver Model como una extensión a las edades iniciales del Modelo de Denver que Rogers y sus compañeros desarrollaron y refinaron. Este programa de intervención temprana integra un modelo de desarrollo centrado en la relación con las prácticas de enseñanza validadas correctamente de Análisis de Comportamiento Aplicado (ABA).
Estas son sus características principales:
- Estrategias de análisis de conducta aplicada naturalistas (debido a los problemas de generalización).
- Sensible a la secuencia normal del desarrollo.
- Gran participación e implicación de los padres.
- Enfoque en el intercambio interpersonal y el afecto positivo (crear estados emocionales positivos)
- Compromiso compartido con las actividades conjuntas.
- Lenguaje y comunicación enseñados dentro de una relación basada en el afecto positivo.
- Terapia intensiva (debido a que disponen de menos oportunidades de aprendizaje).
- Juego como marco de intervención (el adulto debe convertirse en un buen compañero de juego).
- Intervención basada en la relación interpersonal.
La calidad del desarrollo depende del afecto positivo, la reciprocidad, la sensibilidad y la responsabilidad del adulto en relación con el niño. Las alteraciones biológicas de los TEAimplican una deficiencia de base de la motivación social, como resultado de la falta de sensibilidad al refuerzo social de estas personas (hipótesis de la motivación social). Esta falta de sensibilidad se debe a un fracaso en la preferencia para la información social de su entorno: las caras de los demás, las voces, los gestos y el habla.
La atención precoz frena la sintomatología negativa que provoca el autismo e incrementa los aprendizajes de imitación, juego, atención compartida, comunicación verbal y no verbal, desarrollo social y emocional, habilidades cognitivas y motrices.
Las psicólogas Sally Rogers y Geraldine Dawson desarrollaron el Early Start Denver Model como una extensión a las edades iniciales del Modelo de Denver que Rogers y sus compañeros desarrollaron y refinaron. Este programa de intervención temprana integra un modelo de desarrollo centrado en la relación con las prácticas de enseñanza validadas correctamente de Análisis de Comportamiento Aplicado (ABA).
Estas son sus características principales:
- Estrategias de análisis de conducta aplicada naturalistas (debido a los problemas de generalización).
- Sensible a la secuencia normal del desarrollo.
- Gran participación e implicación de los padres.
- Enfoque en el intercambio interpersonal y el afecto positivo (crear estados emocionales positivos)
- Compromiso compartido con las actividades conjuntas.
- Lenguaje y comunicación enseñados dentro de una relación basada en el afecto positivo.
- Terapia intensiva (debido a que disponen de menos oportunidades de aprendizaje).
- Juego como marco de intervención (el adulto debe convertirse en un buen compañero de juego).
- Intervención basada en la relación interpersonal.
La calidad del desarrollo depende del afecto positivo, la reciprocidad, la sensibilidad y la responsabilidad del adulto en relación con el niño. Las alteraciones biológicas de los TEAimplican una deficiencia de base de la motivación social, como resultado de la falta de sensibilidad al refuerzo social de estas personas (hipótesis de la motivación social). Esta falta de sensibilidad se debe a un fracaso en la preferencia para la información social de su entorno: las caras de los demás, las voces, los gestos y el habla.
La atención precoz frena la sintomatología negativa que provoca el autismo e incrementa los aprendizajes de imitación, juego, atención compartida, comunicación verbal y no verbal, desarrollo social y emocional, habilidades cognitivas y motrices.
PECS (Picture Exchange Communication System)
El Picture Exchange Communication System (PECS) es un sistema de comunicación aumentativo y/o alternativo que, mediante el intercambio de imágenes, respalda el aprendizaje del habla. Fue diseñado por Andy Blondy y Lori Frost en 1.985. Pretende enseñar a la persona con dificultades graves de comunicación a utilizar un sistema útil para comunicarse. En el caso que la persona pueda hablar, será un sistema que aumente el habla.
El programa PECS fue utilizado por primera vez en el “Delaware Autistic Program” y ha recibido reconocimiento mundial por centrarse en el componente de la iniciación a la comunicación. PECS no requiere de materiales complejos ni caros, fue creado por los educadores teniendo muy presente las residencias y las familias, motivo por el cual puede utilizarse en diversos contextos situacionales.
El sistema consiste en que el alumno obtiene un reforzador intercambiando previamente una (o varias) imágenes. Se basa en el análisis aplicado de la conducta (ABA) y en el enfoque piramidal de la educación de Andrew Bondy que postula como uno de sus pilares la comunicación funcional. Así pues, es la modalidad para trabajar la comunicación desde la base de la terapia conductual.
No hay una edad mínima para utilizar PECS siempre que exista una motricidad suficiente para poder hacer la pinza con los dedos que permita coger la imagen (sobre los 20 meses), a la vez que ser capaz de ir a buscar aquello que se desea. A pesar de esto, con una intervención precoz, puede darse una muy buena evolución y no supone un impedimento a nivel cognitivo porque enseña a discriminar imágenes.
Se estructura en 6 fases más una de atributos, y todas las fases se construyen a partir de la anterior, de tal manera que si nos saltamos una fase no puede esperarse el mismo resultado. Antes de empezar las fases es necesario realizar un paso previo: un registro con el fin de evaluar cuales son los reforzadores del alumno. El alumno avanzará en las diferentes fases cuando logre un criterio de dominio (objetivo), que podrá observarse a partir de los registros de datos que recoja el entrenador.
El programa PECS fue utilizado por primera vez en el “Delaware Autistic Program” y ha recibido reconocimiento mundial por centrarse en el componente de la iniciación a la comunicación. PECS no requiere de materiales complejos ni caros, fue creado por los educadores teniendo muy presente las residencias y las familias, motivo por el cual puede utilizarse en diversos contextos situacionales.
El sistema consiste en que el alumno obtiene un reforzador intercambiando previamente una (o varias) imágenes. Se basa en el análisis aplicado de la conducta (ABA) y en el enfoque piramidal de la educación de Andrew Bondy que postula como uno de sus pilares la comunicación funcional. Así pues, es la modalidad para trabajar la comunicación desde la base de la terapia conductual.
No hay una edad mínima para utilizar PECS siempre que exista una motricidad suficiente para poder hacer la pinza con los dedos que permita coger la imagen (sobre los 20 meses), a la vez que ser capaz de ir a buscar aquello que se desea. A pesar de esto, con una intervención precoz, puede darse una muy buena evolución y no supone un impedimento a nivel cognitivo porque enseña a discriminar imágenes.
Se estructura en 6 fases más una de atributos, y todas las fases se construyen a partir de la anterior, de tal manera que si nos saltamos una fase no puede esperarse el mismo resultado. Antes de empezar las fases es necesario realizar un paso previo: un registro con el fin de evaluar cuales son los reforzadores del alumno. El alumno avanzará en las diferentes fases cuando logre un criterio de dominio (objetivo), que podrá observarse a partir de los registros de datos que recoja el entrenador.
TEACCH (Treatment and Education of Autistic Related Communication Handicapped Children)
El método TEACCH (Treatment and Education of Autistic Related Communication Handicapped Children), es un enfoque educativo y terapéutico holístico al servicio de las personas con TEA. Se trata de un programa estatal de Carolina del Norte, creado en 1.966 y desarrollado por Eric Schopler. Su principal objetivo es preparar a las personas con TEA para que puedan vivir y trabajar más eficazmente en su casa, en la escuela y en la comunidad.
Es una filosofía de intervención que tiene en cuenta las dificultades y potencialidades de cada persona y que adapta los diferentes entornos estructurando el tiempo y el espacio para que las personas con TEA las perciban comprensibles.
Cuatro son los componentes básicos de estructuración:
- Estructura física del entorno y del tiempo: Se lleva a la práctica estableciendo límites físicos y/o visuales claros, de tal forma que todo el espacio tenga un sentido. Cada actividad se asocia claramente a un espacio. También se minimizan los distractores visuales y auditivos. En un misma aula pueden disponerse espacios para: trabajar 1 a 1, trabajar autónomo/independiente, transición, zona de juego, comedor y actividad en grupo. Esta estructuración proporciona información sobre “donde están las personas”, “donde me encuentro yo”, “donde está pasando cada cosa”, “donde tengo que realizar cada actividad”, “donde localizo cada cosa”, etc.
(posa en pràctica establint límits físics i/o visuals clars, de manera que tot l’espai tingui un sentit. Cada activitat està clarament associada a un espai. També es minimitzen els distractors visuals i auditius.)
Utilizar soportes visuales adaptados al nivel de abstracción de la persona, facilita la comprensión del tiempo. Se diseña un horario individual para cada uno proporcionándole información sobre “dónde estaré”, “qué haré” y “cuando lo haré”.
- Estructuración de la organización del trabajo. Sistemas de trabajo: Normalmente se utiliza para que las personas con TEAaprendan a trabajar de manera autónoma. Se trata de una forma de estructurar el trabajo respondiendo 5 preguntas básicas: “¿qué trabajo tengo que realizar?”, “¿cuánto trabajo tengo que hacer?”, “¿cómo sabré cuando he terminado?”, “¿qué pasará cuando acabe?” y “¿de qué manera tengo que realizar las diferentes tareas?”.
- Estructuración visual: Este componente tiene en cuenta 3 elementos:
Organización visual para facilitar la realización de una tarea.
Instrucciones visuales, para señalar la secuencia de pasos específicos que debe seguir la persona con TEA para completar una tarea.
- Claridad visual, para captar la atención de la persona con TEAdirigiéndola hacia la información más útil y relevante.
- Práctica de rutinas funcionales: es necesario diseñar rutinas útiles y efectivas para la persona con autismo, ya que favorece el sentimiento de seguridad y autonomía.
Es una filosofía de intervención que tiene en cuenta las dificultades y potencialidades de cada persona y que adapta los diferentes entornos estructurando el tiempo y el espacio para que las personas con TEA las perciban comprensibles.
Cuatro son los componentes básicos de estructuración:
- Estructura física del entorno y del tiempo: Se lleva a la práctica estableciendo límites físicos y/o visuales claros, de tal forma que todo el espacio tenga un sentido. Cada actividad se asocia claramente a un espacio. También se minimizan los distractores visuales y auditivos. En un misma aula pueden disponerse espacios para: trabajar 1 a 1, trabajar autónomo/independiente, transición, zona de juego, comedor y actividad en grupo. Esta estructuración proporciona información sobre “donde están las personas”, “donde me encuentro yo”, “donde está pasando cada cosa”, “donde tengo que realizar cada actividad”, “donde localizo cada cosa”, etc.
(posa en pràctica establint límits físics i/o visuals clars, de manera que tot l’espai tingui un sentit. Cada activitat està clarament associada a un espai. També es minimitzen els distractors visuals i auditius.)
Utilizar soportes visuales adaptados al nivel de abstracción de la persona, facilita la comprensión del tiempo. Se diseña un horario individual para cada uno proporcionándole información sobre “dónde estaré”, “qué haré” y “cuando lo haré”.
- Estructuración de la organización del trabajo. Sistemas de trabajo: Normalmente se utiliza para que las personas con TEAaprendan a trabajar de manera autónoma. Se trata de una forma de estructurar el trabajo respondiendo 5 preguntas básicas: “¿qué trabajo tengo que realizar?”, “¿cuánto trabajo tengo que hacer?”, “¿cómo sabré cuando he terminado?”, “¿qué pasará cuando acabe?” y “¿de qué manera tengo que realizar las diferentes tareas?”.
- Estructuración visual: Este componente tiene en cuenta 3 elementos:
Organización visual para facilitar la realización de una tarea.
Instrucciones visuales, para señalar la secuencia de pasos específicos que debe seguir la persona con TEA para completar una tarea.
- Claridad visual, para captar la atención de la persona con TEAdirigiéndola hacia la información más útil y relevante.
- Práctica de rutinas funcionales: es necesario diseñar rutinas útiles y efectivas para la persona con autismo, ya que favorece el sentimiento de seguridad y autonomía.
Fuente: www.autismo.com.es
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