FUENTE: http://www.lavoz.com.ar/ciudadanos/con-un-invento-de-pueblo-nico-cumplio-el-sueno-de-caminar
Con un invento de pueblo, Nico
cumplió el sueño de caminar
Tiene 8 años y padece encefalopatía crónica no evolutiva, una patología que le
impide estar de pie. Un tornero vecino, en Las Perdices, desarrolló un aparato
con el que Nicolás se moviliza y hasta puede patear una pelota.
Por Mariela Martínez*
Las Perdices. Nicolás Salera tiene 8 años y hasta hace uno ni siquiera se imaginaba que algún día podría ponerse de pie. Padece encefalopatía crónica no evolutiva, un daño cerebral que sufrió al nacer y le dejó secuelas motrices.
La historia de su logro –ponerse de pie, caminar, entre otros tantos– ha sido posible por dos razones. Por un lado, su deseo y el de su familia por lograrlo. Y, por el otro, el deseo, la pericia y la buena voluntad de un vecino, Adelqui Ferreyra, dedicado al rubro electrónico y de tornería, que en el mismo pueblo del que son vecinos, diseñó un “aparato” –como le gusta llamarlo a Nico– casero y fundamental.
Similar a un exoesqueleto, este artefacto le facilita al niño moverse por sus propios medios, por momentos, y con alguna ayuda, en otros.
Nicolás vive con sus padres, que tienen una panadería en Las Perdices, un pueblo de cinco mil habitantes que está ubicado en el departamento Tercero Arriba, en el interior provincial. Es alumno de tercer grado, y cuenta con la ayuda de una docente integradora.
No caminar era su principal limitación. Ahora, aun con dificultades, lo hace, y hasta cumplió el sueño de patear la pelota de fútbol, que era casi una obsesión.
La búsqueda
Andrea Villanueva y Walter Salera, sus padres, cuentan que apelaron a todos los medios para conseguir algún aparato ortopédico que ayudara al más chico de sus cuatro hijos.
Las opciones terminaban siendo un andador, que no le resultaba adecuado, o una silla de ruedas. “Pero esas alternativas no lograban hacer feliz ni progresar a Nico”, comentaron los padres, en diálogo con este diario. “Él quería, por ejemplo, ir a la plaza a jugar al fútbol con sus amigos y no podía”.
Elizabeth Nemer, la kinesióloga que lo atiende, confirmó el relato de los padres. Describió que en el mercado de ortopedia disponible “no se consigue un aparato como el que acá le diseñaron, a medida, que se puede ir perfeccionando de acuerdo con sus necesidades”.
La sorpresa no es sólo verlo a Nico de pie. También que un instrumento casi artesanal, hecho por un amigo de la familia, le cambió la vida.
Se trata de un aparato con ruedas sostenidas por partes de una vieja mesa de televisor, atravesada por un caño entrelazado con tornillos, plásticos y un chaleco que le da una posición casi perfecta de movilidad a la columna vertebral del pequeño.
Los brazos de Nicolás quedan amarrados y mientras camina la fisioterapeuta muestra cómo el ejercicio le ayuda a la rotación de su columna.
Adelqui Ferreyra, el tornero que está feliz por su diseño, confesó su entusiasmo y contó que intentará conseguir “apoyo para poder seguir investigando y mejorar este instrumento, poder hacer unos nuevos para Nico y, eventualmente, para otros niños que sufran la misma patología”.
Mejoría
Hace un año que Nicolás usa este dispositivo. Su kinesióloga aseguró que el paciente “ha mejorado muchísimo lo que es la alineación, la conciencia motriz de lo que es la marcha”.
El logro radica, sobre todo, en la transferencia de peso en una u otra pierna a la hora de caminar, que “antes era difícil porque con el andador se iba para un lado”.
La utilidad del aparato –explicó– “es que lo sostiene parado, por la poca resistencia que Nico tiene, por la tetraparecia que compromete sus cuatro miembros”.
Nemer avaló que un paso adelante se daría si Ferreyra obtuviera apoyo “para hacer nuevos dispositivos, con piezas más livianas y nobles, que se puedan seguir regulando, y no se rompan fácilmente”.
Pasado y futuro
Walter, el papá de Nicolás, recordó que tuvieron que enyesar casi todo el cuerpo del niño para poder definir las medidas del aparato. Ferreyra, a su vez, contó que primero hizo un dibujo “pensando en una estructura que lo sostuviera, que sea recalibrable”.
Luego de un año consiguió el prototipo “con hierro, plástico, bolilleros y tornillos”. Ahora anticipó que quiere lograr “una cadena de armado, para cuando vaya creciendo Nicolás o alguien más que lo necesite”.
Esto es vida
Feliz. Para Nicolás Salera, un momento especialmente preciado es cuando puede jugar al fútbol. Otro momento que disfruta muchísimo es el de las travesías en moto enduro junto con su papá y sus dos hermanos mayores. “Yo lo llevo en la moto con una faja agarrado a mi cuerpo, recorremos los mejores lugares. Hasta llegamos al cerro Champaquí. Y Nico va gritando ‘¡esto es vida!’”, relató el papá del pequeño, Walter Salera.
A pescar. Salera dijo que el artefacto que le construyó Adelqui Ferreyra le permite a su hijo disfrutar de nuevos momentos placenteros. “El fin de semana pasado –recordó–, Nicolás también pudo pescar, parado, sostenido por el aparato”.
En la “play”. La mamá y el papá de Nico perciben cuánto ha mejorado la calidad de vida de su hijo: “Ahora hasta puede jugar ‘a la play’, como a él le gusta, parado frente al televisor, lo que antes no podía”.
UNA BENDICIÓN DE DIOS , EN EL ALMA Y LAS MANOS DE ESE HERRERO....
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