jueves, 12 de abril de 2012

CARTA: VIVIENDO CON OBESIDAD MORBIDA

Recientemente una señora llegó a mi estudio por su caso de obesidad morbida y el silencio de la obra social ante sus pedidos de cobertura de una cirugía bariátrica que le fuera indicada por su médico y un equipo multidisciplinario. Nuestra Provincia tiene dese hace varios años una impotante ley que marcó un antes y un despúes en la consideración de la obesidad y su relación directa con la salud. Lo que antes se consideraba solo estético hoy va mucho más allá, al punto de hablar de calidad de vida. Comenzamos las actuaciones del caso, y me pareció interesante, que ella me pudiera describir como es la vida, la rutina, los sentimientos, de tener obesidad morbida. Una historia contada desde primera persona. La sra. no tardó en plasmar en un papel, en un teclado, su historia, mejor dicho, la parte de su historia relacionada con la obesidad, y realmente me pareció fructífero compartirla con ustedes, al menos para que tomemos un poco más de conciencia, del valor de la salud, de la vida, de la dignidad, del respeto, de la comprensión, en definitiva, ayudar a quienes sufren a consecuencia de su estado de salud y no ponerles tantas cargas en el camino. 
Muchas gracias. Dr. Posse



MI    HISTORIA  PERSONAL

     En mi vida, la historia de mi enfermedad (la Obesidad), es un capítulo aparte.  Más  que aparte, diría muy importante y constituye la argamasa de toda la estructura. 
     La Obesidad me acompaña  y tortura desde los albores de mi niñez.  Fue la causa de aciagos momentos que pasé en mi adolescencia y juventud. Lo es aún más al día de hoy…
     Esta enfermedad ha generado lo que se llama “co-morbilidades” y al día de hoy soy: HIPERTENSA, DIABÉTICA Y TENGO UNA INSUFICIENCIA VASCULAR PERIFÉRICA que me produce gran preocupación acerca de mis miembros inferiores.
     “Estar gorda” no  es una cuestión estética, sino una cuestión de ausencia de salud en general, que trae aparejadas consecuencias físicas, psicológicas y sociales ( sin contar las emocionales y espirituales), con las que estuve conviviendo todo este tiempo.  Las consecuencias físicas  son impedimentos de todo tipo por el volumen de mi cuerpo.  Por ejemplo:      

·        me gusta caminar y bailar, pero no lo hago porque me canso (hay días que me levanto cansada, sin energías). 
·        cuando concurro a algún evento, no puedo sentarme, porque en la mayoría de los casos, hay sillas plásticas que no están hechas para aguantar tanto peso y, obviamente, tengo miedo de caerme y quebrarme.
·        en los medios de transporte (tanto colectivos como aviones y trenes), los asientos no están hechos   para obesos, con  la consiguiente incomodidad, además de la discriminación …  
·        no me motiva ir a gimnasia, porque  debo hacer un súper esfuerzo, pues me cuesta mucho extenderme sobre el piso y luego levantarme . (Y así se forma un círculo vicioso).
     Todas estas limitaciones en el orden físico, tienen su correlación en el aspecto psicológico:

·        La discriminación general (que se traduce no sólo en palabras,
·         sino también en miradas y  gestos), estropea nuestra autoestima.
·        Sentimientos de inseguridad.
·        Emociones nocivas como  la angustia y  la depresión.
·        Sentimientos de desvalorización.
·        Mal humor y agresividad, como reacción a un mundo que se nos presenta hostil a los gordos.
·        Falta de motivación.
·        Sentimientos de autoconmiseración.
·        Desgano general.  No tengo ganas de nada.  Eso lleva a la reclusión en la propia casa.
·        Sentimientos de fracaso luego de intentar tantas veces bajar de peso.


     Con todo este compendio de cosas feas he venido lidiando y luchando a lo largo de mi vida.   Hice muchos tratamientos y cosas para adelgazar: 
-         He ingerido anfetaminas desde los 13 años (por supuesto me hicieron re mal.  Me producían: nerviosismo general, insomnio, ardor de estómago, exceso de diuresis, gusto feo y amargo en la boca, etc, etc).
-         He  ido a Nutricionistas.
-         He ido a Homeópatas, Pseudo-homeópatas.
-         He realizado tratamientos con Sibutramina.
-         He realizado tratamientos con Aurículoterapia.
-         He realizado tratamientos con “Orlistat” (medicamento que impide la absorción de las grasas). 
-         He asistido a ALCO (Anónimos Luchadores Contra la Obesidad) y participado de reuniones abiertas y cerradas.
-         En fin; hice de todo para hacerle frente a esta enfermedad…

    SIEMPRE LUCHÉ Y OBTUVE MAGROS RESULTADOS, PUES CON LOS AÑOS, CADA VEZ CUESTA MÁS ESFUERZO EL BAJAR DE PESO SIN UNA AYUDA EXTRA.   AHORA TENGO GRANDES ESPERANZAS EN LA CIRUGÍA: PORQUE SÉ QUE ME AYUDARÁ.  NO ES LA PANACEA, PERO ME AYUDARÁ Y YO VOY A PONER TODO DE MÍ PARA TENER ÉXITO, BAJAR DE PESO Y RECUPERAR MI SALUD . 

Graciela.

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