Así son los megaéxitos: atraviesan cataratas de aplausos, pero también críticas despiadadas y boicot. Hace unos días sorprendió una crítica masiva a Toy Story 4: algunas lupas la consideran "racista y antifeminista". Subjetividades aparte, ahora el tierno filme es aclamado por un detalle del que muchos no se habían percatado.
Woody, Buzz, Forky, Gabby Gabby, Bo Peep, Ducky y Bunny, Giggle McDimples... La unión de los encantadores personajes logra nuevos récords cada día y el filme de Josh Cooley ya entró en la historia del cine mundial. En la Argentina, en junio fueron al cine 5.999.906 espectadores en general, y gracias al estreno de Toy Story 4 se alcanzó un récord impensable. (La historia lleva más de 3.306.855 espectadores).
Una periodista de la BBC, considerada una importante formadora de opinión de un medio de gran alcance, definió como "racista" al filme y lo señaló por su "falta de diversidad, incapacidad y anti-feminismo". El debate mundial en redes sociales no demoró.
Stella Duffy aseguró para BBC Radio 4 que la película de Disney y Pixar "no representa a las minorías y que es un tanto racista al no tener ningún personaje principal negro". Y su enojo fue más allá: declaró que Bo Peep (para muchos el gran símbolo feminista de la trama) para nada es un personaje feminista, ya que se la disfraza de poderosa, pero "tendrá su felices para siempre. Y eso no es feminismo. Es una mujer que se quita la falda para contentar a la sociedad", despotricó.
En las últimas horas, un hombre perteneciente a un organismo internacional vio algo más positivo, lo escribió en un medio masivo, y encontró millones de adeptos y de ejemplos de espectadores felices. Es que hay una escena interesante: cuando la pequeña Bonnie acude a su primer día de guardería, hay un compañero que lleva un implante coclear de color verde. Es un detalle que aparece apenas unos segundos en pantalla, pero visibiliza la diversidad y la tolerancia.
Mark Whitley, CEO de Easterseals Southern California -una empresa que ayuda a personas con discapacidades y sus familias- escribió un texto en Variety donde analiza cómo este personaje sin gran peso en la trama puede ser de gran ayuda para los niños con discapacidad. La idea le vino cuando una pequeña que estaba viendo la película gritó "¡Soy yo!", al ver que, como ella, ese niño llevaba un implante.
Un implante coclear consiste en un dispositivo implantable activo, de alta tecnología y precisión, que intenta restablecer la audición de aquellas personas que padecen una sordera causada por la destrucción de las células ciliadas de la cóclea.
En el emotivo texto del medio Variety que se viralizó, se lee: "Por primera vez en su vida, la nena se vio a sí misma representada en pantalla a través de un alumno de guardería feliz que tenía un brillante implante verde. Para los casi 100.000 americanos con implantes cocleares, o sus familiares, es una gran victoria".
El tema fue más allá. Un grupo inició una petición dirigida a Pixar para que ese muñeco del niño de Toy Story 4 con implante coclear sea vendido. Desde la megaempresa aún no hubo contestación.
>Fuente: Clarin
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