a Coordinadora Nacional de Educación Inclusiva, Cristina Lovari, describió a ámbito.com las cuestiones a mejorar para una mayor integración y aconseja qué hacer ante la negativa de una vacante.
El caso del futbolista Walter Montillo, quien denunció en las redes sociales que una escuela porteña le había negado la vacante a su hijo a raíz de su discapacidad, generó una ola de expresiones de solidaridad y puso la lupa sobre uno de los temas más delicados del ámbito educativo. A nivel estadístico, las cifras oficiales muestran un avance en la materia. "Hay una deuda, desde las normas, para la inclusión educativa de los alumnos con discapacidad", admite la Coordinadora Nacional de Educación Inclusiva, Cristina Lovari. Sin embargo, afirma que "cada vez son más los que se inscriben en escuelas comunes" (unos 77.000 frente a 124.000 que cursan en instituciones especiales, según las últimas cifras oficiales de 2015). En diálogo con ámbito.com, la funcionaria se refiere a las cuestiones que deben mejorarse para una mayor integración, al rol de las obras sociales y aconseja los pasos a seguir ante la negativa de una vacante.
Periodista: ¿Cuál es el objetivo principal de la educación inclusiva?
Cristina Lovari: Es un derecho que no se refiere solo a la discapacidad, aborda la diversidad en general. También toma en cuenta, por ejemplo, las diferencias étnicas, culturales y religiosas. Sucede que en nuestra gestión nos abocamos puntualmente a la discapacidad porque entendemos que hay una deuda en cuanto a la inclusión desde los marcos normativos. Por eso iniciamos un debate a nivel nacional que devino en la aprobación de la resolución 311, que en su primer artículo establece la prioridad de mejorar la educación inclusiva. Trabajamos con la ayuda de organizaciones de padres y otros grupos, que nos dan la información de los obstáculos que tiene para inscribir a un chico o en situaciones dentro del aula.
P.: En base a esa información, ¿cuáles son las principales cuestiones a mejorar?
C.L.: Hay dos puntos centrales. El primero es afianzar el vínculo entre la escuela y la familia: como sociedad tenemos que seguir trabajando en eso para generar confianza, acompañamiento, y que eso provoque una mayor inclusión y evitar situaciones conflictivas. El segundo es la formación docente: debemos mejorar todo lo que es formación inicial y continua, para que los maestros tengan las herramientas para trabajar estos temas. No existen fórmulas, cada alumno necesita un proceso adecuado y los docentes tienen que tener flexibilidad para diseñar sus clases con toda esa diversidad.
P.: ¿La resolución abarca a las escuelas públicas y privadas?
C.L.: Sí, la normativa es tanto para escuelas públicas y privadas y en todos los niveles, porque la responsabilidad es la misma para todos los actores del sector educativo. Desde nuestro lugar, hace muchos años hacemos relevamientos anuales para tener un registro de las matriculaciones en todo el país. Así sabemos cuántos chicos con discapacidad se inscriben en escuelas comunes y cuántos en las de educación especial. La tendencia es muy favorable y queremos seguir fortaleciendo eso.
P.: ¿Qué números tienen?
C.L.: En los últimos años aumentó significativamente, y de forma sostenida, la inscripción de alumnos con discapacidad en escuelas comunes, tanto públicas como privadas. Es cierto que aún sigue siendo mayor la cantidad en escuelas especiales: 124.000 frente a 77.000. Pero el crecimiento fue menor, mientras que el de las escuelas comunes fue exponencial. Estos son datos de 2015, pero ya estamos terminando los de 2016 y esperamos que se mantenga esta tendencia.
P.: ¿Qué debe hacer la familia de un chico con discapacidad al que se le niega la vacante?
C.L.: En primer lugar consultar a la autoridad escolar, es decir, el director o rector de acuerdo al nivel. Pero si la familia percibe que hay un requerimiento que no se cumple como corresponde, puedw dirigirse a los supervisores o a las direcciones de área. Toda la información puede encontrarse en las distintas webs, o incluso pueden consultarlo con nosotros, que nos pondremos al tanto de la situación para acompañar lo que suceda.
P.: ¿Las obras sociales tienen obligación de brindar alguna asistencia?
C.L.: A partir de la ley de prestaciones básicas deben aportar un maestro integrador o de apoyo que asista al chico en la escuela; no siempre se necesita pero es un derecho. Es complementario al apoyo que recibe en la escuela por parte del Estado.
P.: ¿Qué pasó con el futbolista Walter Montillo, quien reclamó que una escuela porteña no quería darle la vacante a su hijo por su discapacidad?
C.L.: Nosotros nos enteramos y nos comunicamos con el área de la ciudad de Buenos Aires que se ocupa del tema y ellos ya se habían puesto en contacto con la familia. Está prevista una reunión con ellos para solucionar el tema. Nuestra función en ese caso es la de mediar y velar porque se resuelva la situación y el chico tenga la vacante. Hay que analizar caso por caso. A veces el tema de las vacantes es por seguridad, de acuerdo a los cupos permitidos por metro cuadrado, no tiene que ver con la discapacidad. De todos modos, nosotros tenemos que tratar que aparezcan otras alternativas públicas o privadas.
Fuente: Ambito.com
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