EL TIEMPO dialogó con el neurólogo Miguel Copello quien fundó junto a Fernando Del Buono el Centro de Equinoterapia “Muchas gracias”. El especialista explicó en qué consiste el contacto del animal con el paciente. Del Buono también manifestó los beneficios, no solo de los individuos que asisten al espacio, sino a él mismo.
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La equinoterapia o hipoterapia asistida es un tipo de terapia que integra los caballos en el proceso de tratamiento. Se utiliza en variedad de campos terapéuticos. Los caballos pueden ayudar a las personas con problemas físicos, del habla, de conducta, emocionales, y otras discapacidades. Los programas de equitación terapéutica se encuentran en todo el mundo, aunque la mayoría de los centros de terapia equina asistida poseen un enfoque específico. Los graduados de estos programas a menudo expresan su reconocimiento por el proceso, acreditando su terapia con algunos logros posteriores.
En Azul existen dos centros de Equinoterapia, el titulado “Muchas gracias” y “Asociación Civil índigo” que está dirigido a personas con capacidades diferentes, necesidades especiales y a la comunidad en general. Este último cuenta con un equipo interdisciplinario compuesto por dos áreas: técnica y terapéutica. Aunque es importante aclarar que si bien la principal actividad es la equinoterapia, también se realizan otros tipos de actividades como músico terapia, canino terapia, arte terapia, entre otras.
El primero de ellos funciona en el Hipódromo, el otro en Ruta 60 a 700 metros de la ruta 3.
Pero básicamente el objetivo de este artículo es saber en qué ayudan los animales,
-principalmente los caballos- en la rehabilitación de personas con discapacidades.
Por ello EL TIEMPO dialogó con el neurólogo Miguel Copello quien explicó variados aspectos.
“El andar a caballo le será muy beneficioso para el chico con discapacidad”
“Estoy desde que se inició, lo comenzamos con dos caballos y cuatro chicos, después se sumó más gente hasta lo que somos hoy”, comenzó la charla el especialista.
Acerca sobre cómo funciona esta terapia, enumeró que “de varias formas. Una de ellas es la recreativa ya que una persona que tiene una capacidad motora o intelectual tiene muchas limitaciones para la vida social o desenvolvimiento. Muchas veces está en la casa mirando televisión y no puede tener una actividad lúdica por su discapacidad tanto motora como mental. Entonces, el hecho de que vayan al Centro de Equinoterapia consta de que están en contacto con la naturaleza, con el caballo, con animales que no ven frecuentemente y de alguna manera es una ´porción` recreativa, que para el chico psicológicamente es importante. Aunque lo relevante es que de acuerdo a la patología que tiene el andar a caballo le será muy beneficioso para el chico con discapacidad”.
Aclaró que “si el chico tiene un síndrome intelectual, que significa un deterioro congnitivo, mediante el juego con el caballo se le puede ir enseñando cuál es la izquierda, la derecha, cómo moverse, el sentir cómo camina de una manera diferente porque por cada caballo van tres personas y van jugando. En tanto para la persona que tiene un trastorno motor el andar del caballo le produce un equilibrio en el tono muscular que lo beneficia muchísimo en todos los problemas como de espalda,
cadera, entre otros porque el andar del caballo produce que el chico esté erguido o puede estar teniéndolo alguien y va a movilizar músculos que no lo hace nunca, sobre todo el chico que está en silla de ruedas”.
Sobre esto último el médico especialista enfatizó “en el caso de chicos que padecen de trastornos motores en los miembros inferiores, o sea que nunca caminaron se los sube al caballo y caminan a través del mismo, o sea estimulan una parte del cerebro que nunca estuvieron estimuladas y como caminan a través del animal van doblando de un lado, al otro y avanzan, incluso logran estimular distintas partes del cerebro. Además de ocurrir lo mismo con el equilibrio”.
“El primer resultado es cuando el chico quiere ir”
Es importante destacar, dijo el neurólogo, que “es una terapia muy recomendada, implementada en Estados Unidos, en Cuba es muy usada y, acá, desde el Hospital Garrahan es muy frecuente que nos manden chicos con problemas de escoliosis o de columna ya que es una manera de rehabilitación”.
Aunque destacó que “es una medida anexa a todas las medidas de rehabilitación que deben implementarse en estos chicos como kinesiología y estimulación. Esta es una manera más lo que permite estar en contacto con la naturaleza y estimular músculos que pueden utilizarlos de otra manera”.
Acerca de los resultados en cada paciente aclaró que “depende de la persona. El primer resultado es cuando el chico quiere ir, pide para ir el sábado o en la semana porque lo gratifica, está en contacto con el animal, con sus papás o simplemente tocar un árbol. Esa es la primera gratificación. Otra de las cosas es que a la noche la persona descansa bien porque se cansa con la actividad y logra relajarse. Además, tiene un gran beneficio en lo que es postural y el trastorno a la estimulación. Otra de las patologías es el autismo, esta persona es un paciente con dificultad para la sociabilización o para sus propios padres. Nosotros tenemos casos que a través del caballo el chico se integra con el animal, al principio por ahí le pega no quiere saber nada después busca ir y logra estímulos que antes no tenía”.
“El caballo no es el único animal que ayuda a las terapias de rehabilitación”
Consultado sobre los animales y las terapias, Copello sostuvo que “el caballo no es el único que ayuda a las terapias de rehabilitación. El caballo tiene de particular que su andar a paso lento aumenta el tono muscular”.
Señaló que “en cuanto a la recreación el perro ayuda muchísimo a este tipo de cosas. Tengo una hija que es Terapista Ocupacional que está en Nueva Zelanda y ella acaba de hacer un curso de tres meses en España para hacer un curso sobre terapia ocupacional con perros. Es decir el perro no solamente ayuda al ciego a indicar el camino sino que ayuda al hemipléjico para poder apoyarse en el animal y ayuda al parapéplico. Son animales dóciles que amaestrados pueden cumplir muchas ´funciones` de la discapacidad del paciente”.
Retomó el equino señalando que “hay que tener en cuenta que son animales muy preparados, especiales, no es un caballo cualquiera y siempre hay personas con el chico que va. La realidad es que es muy gratificante porque al chico que es ciego le van contando el pajarito que se escucha y eso mismo lo percibe, abraza al caballo y se estimulaban cosas que antes no tenían. Todos los animales ayudan, con todos se va a lograr una vínculo”.
“He recibido muchísimo más de lo que di”
Por su parte otro de los integrantes del Centro de Equinoterapia “Muchas Gracias” Fernando del Buono fue consultado sobre las actividades que realizan normalmente en el Hipódromo. “Mañana (por el sábado) arrancamos después del receso invernal y todos los sábados de 9 a 12.30 horas. Actualmente hay diez colaboradores y hay doce personas desde el año y medio y el mayor tiene 72 años”.
Continuó “cuando llegamos nosotros vamos muy temprano a las 6 de la mañana, tenemos los caballos a una y media hora de distancia y los llevamos caminando, ahora hay cinco caballos porque cada uno necesita de una a tres personas y depende de la capacidad precisa una monta asistida. Llegamos a la chacra, los llevamos rumbo al hipódromo por la calle Giraut rumbo atrás de la camioneta. Llegamos al Hipódromo los limpiamos de arriba abajo, buscamos los arneses, enseguida marcha el mate, sacamos una lona grande, pelotas, aros, elementos que usamos antes o después de la terapia con el caballo. A las 9 o más tarde empiezan a llegar los caballos y empezamos a salir. Hay algunos chicos que trabajan en colchonetas porque lo social y humano tiene lo mismo que ver como la satisfacción de la equinoterapia, es decir el contacto, el amor que reciben estos chicos y no chicos discapacitados están felices, les damos básicamente felicidad. En ningún centro de equinoterapia se habla de amor, nosotros hablamos y lo manifestamos y los papás también los reciben, no solamente de parte del caballo. Sino el hecho de sentarte a tomar una gaseosa, un mate con el papá y escucharlos, es terapéutico”.
Sobre la satisfacción más grande que recibió en todos estos años expresó con lágrimas en sus ojos “cada sábado cuando los chicos se te cuelgan del cuello, la satisfacción es de todos los sábados o de todos los días cuando me cruzo con un chico y me dan muchísimo amor. He recibido muchísimo más de lo que di. Sobre todo de esos chicos que no saben lo que es maldad, la hipocresía, la falsedad, no conocen estos términos”.
FUENTE: DIARIOELTIEMPO.COM.AR
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