Antônio Carlos Tavares de Mello es el fundador de la Comunidad Jesus Menino, en Río de Janeiro y papá adoptivo de 43 chicos con discapacidad. Trajo a Córdoba su mensaje de inclusión.
¿Vos querés ser mi papá? le dijo un niño y la pregunta movilizó hasta sus fibras más íntimas. Antônio Carlos Tavares de Mello sintió que Dios estaba invitándolo a cambiar su vida y que esa transformación modificaría la vida de otras personas.
Empezó con una casita de tres habitaciones y hoy 27 años después de aquel interrogante que le hizo dar un giro a su historia, Tonio ya adoptó 43 chicos con distintas discapacidades. Su casa no es un centro de atención médica sino un espacio en el que convive una familia numerosa.
El fundador de la Comunidad Jesus Menino, en Petrópolis, Rio de Janeiro, estuvo en Córdoba presentando el libro Parábolas de Corazones Especiales. Lo hizo acompañado de tres de sus hijos adoptivos (Alex, Felipe y Marco Aurelio) y trajo un mensaje de inclusión.
"Los primeros cuatro años fueron súper difíciles porque era nuevo para mí. No tenemos ayuda del gobierno ni es una institución médica, la Comunidad Jesus Menino es una casa donde se puede experimentar la vida, dando una oportunidad al mundo para que sea mejor. Para demostrar que la realidad del mundo es mucho más dar que recibir", dice Tonio a Tu Día.
Y agrega: "La sociedad tiene que entender que estos chicos son personas enteras, que nadie va a ser inferior porque no ve o porque tiene menor movilidad. Traemos a Córdoba el mensaje de promoción de la vida de chicos con discapacidad y su real inclusión".
El recorrido de Tonio y sus hijos siguió hacia Paraguay y Colombia, países en los que también promocionarán la publicación en la que este hombre cuenta su experiencia durante 25 años.
Desde su juventud, sus sueños y su voluntariado hasta su rol de fundador, papá y realizador de sueños. Historias de niños abandonados por sus familias porque tenían discapacidades, pero también historias de rescate de vidas y de familias que comparten su carisma y deciden adoptar chicos especiales.
Y sigue: "Lo que Jesus Menino hace es ponerlos siempre adelante. Ellos son un farol para la humanidad hoy. Ya fueron a muchos lugares del mundo a contar su experiencia y modificó la mirada o el proceder de personas de clase alta, baja, sin condiciones".
A pesar de sus limitaciones, Alex, Felipe y Marco Aurelio viajan por el mundo y llevan el mensaje de que la inclusión social comienza valorando la vida de cada niño especial en cualquier circunstancia. Ellos ya cantaron en varios países y también en la Jornada Mundial de la Juventud en Cracovia.
La vida en familia. Antonio soñaba con una gran familia y su sueño se hizo realidad. El día a día no es fácil, pero sí gratificante.
Y continúa: "Es levantarse temprano y acostarse tarde porque se dona la vida. Yo no gano para mí y me siento muy feliz con eso. Somos laicos, personas simples que lavan, planchan, hacen la comida, cambian los pañales y que construyen una sociedad nueva. Con nosotros viven 13 voluntarios, pero además contamos con 150 parejas que se identificaron con la causa y nos ayudan. El mensaje va llegando, sumando a otras personas y haciendo que nuestro corazón se vuelva especial".
El mensaje es claro, pero pareciera que aún falta mucho por hacer en pos de una sociedad verdaderamente inclusiva. "Falta reconocer que los otros son personas, que el otro no es un número. Las familias se están destruyendo porque falta amor. La inclusión que los gobiernos intentan implantar es mentirosa porque se dice una cosa y se hace otra. Te dicen que es necesario que haya chicos con capacidades especiales en escuelas regulares, pero no preparan a las escuelas para recibirlos. Ellos son abandonados adentro y afuera de la escuela, eso no es inclusión, es forzar para que se incluya", cierra Tonio.
La Comunidad
La Comunidad Jesus Menino fue fundada hace 25 años en Petrópolis, Rio de Janeiro, Brasil, por Antônio Carlos Tavares de Mello (Tonio), quien desde joven sintió el llamado de recibir niños con deficiencias abandonados por sus familiares.
Ellos intentan imitar a la familia de Nazareth, los chicos no son llamados "pacientes" sino "hijos" y son adoptados legalmente. Se mantienen de las personas que se interesan por la causa.
Cómo colaborar. Para comprar libros, ser padrinos a distancia o conocer más sobre el trabajo podés enviar un correo electrónico a unidosporlavidainfo@gmail.com
Fuente: www.diaadia.com.ar
"Los primeros cuatro años fueron súper difíciles porque era nuevo para mí. No tenemos ayuda del gobierno ni es una institución médica, la Comunidad Jesus Menino es una casa donde se puede experimentar la vida, dando una oportunidad al mundo para que sea mejor. Para demostrar que la realidad del mundo es mucho más dar que recibir", dice Tonio a Tu Día.
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