De adolescente a adulto: la importancia del apoyo psicopedagógico
La atención psicopedagógica es un proceso de ayuda continua a personas con necesidades especiales a lo largo de su desarrollo, con el objeto de potenciar sus habilidades y capacidades, además de prevenir trastornos futuros.
Desde edades tempranas, pasando por la adolescencia, hasta la edad adulta, el psicopedagogo trata de corregir, desarrollar y prevenir conductas con la finalidad de que en cada momento de la vida las personas con necesidades especiales adquieran la mayor autonomía e integración social posible, así como las herramientas necesarias para superar los retos que les deparará su día a día.
TERAPIA ADULTOS
Sin embargo, entre profesionales es habitual detectar que a lo largo de ese proceso existe un factor de riesgo de abandono del seguimiento, que suele coincidir con el tránsito del sistema educativo al mundo laboral, y que podríamos situar en torno a los 21 años.
A partir de esta edad, da comienzo una etapa crítica en el desarrollo de la persona, que da por finalizados sus estudios y, con ello, concluye un contexto educativo y social que hasta ahora era fuente de aprendizaje y estimulación continua.
Aunque es cierto que el desarrollo y evolución de cada persona es diferente y por tanto, es necesario analizar cada caso particular –inserción o no en un entorno laboral, independencia del ámbito familiar o residencia tutelada, etc…- hay que tener en cuenta que en esta etapa entra en juego un nuevo contexto al que se suman, por un lado, menores tiempos y espacios de aprendizaje y, por otro, un mayor aislamiento en su tiempo de ocio.
En definitiva, muchos adultos con necesidades especiales se aburren. Y el aburrimiento es la puerta de entrada a una espiral de retroceso en el desarrollo emocional, físico y cognitivo, que puede llegar a manifestarse con conductas inapropiadas o bloqueos que ya tenían superados.
Podríamos decir que la atención temprana es al niño lo que los programas de seguimiento al adulto. La orientación psicopedagógica a personas mayores con necesidades especiales es fundamental como apoyo a la estimulación y el aprendizaje, no solo para aquellos que han sufrido un retroceso como consecuencia del proceso de transición a la vida adulta, sino también para prevenir problemas de conducta y más a largo plazo, el deterioro cognitivo.
Un adulto debe seguir estimulado a todos los niveles, porque siempre se puede seguir aprendiendo. Más aún cuando se trata de adultos con necesidades especiales.
Con ello se consigue fortalecer las relaciones sociales, aumentar la autoestima y seguridad, minimizar el estrés y evitar problemas de conducta, mejorar su rendimiento cognitivo y funcional, favorecer su autonomía en la vida diaria, y en definitiva, mejorar su calidad de vida. Y por supuesto, también la de sus familias.
Como profesionales, ¿habéis detectado situaciones de abandono en el seguimiento de vuestras intervenciones pasadas? Y las familias, ¿qué aspecto –familiar, laboral, social, educativo- os preocupa más en el tránsito de la adolescencia a la vida adulta de vuestro hijo?
FUENTE: http://www.diazcaneja.com/de-adolescente-a-adulto-la-importancia-del-apoyo-psicopedagogico/
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