miércoles, 5 de agosto de 2015

ESCUELA PARA CAPACITACIÓN DE LOS CUIDADORES

EN TUCUMÁN

La niñera ideal ahora tiene título

La Escuela de Capacitación para Servicio Doméstico brinda cursos sobre el cuidado de niños y de personas mayores o enfermas.
 
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FOTOS GENTILEZA ADRIANA VÁSQUEZ  |  Ampliar  (1 de 3 fotos)


Elegir a la niñera ideal o a la persona que cuidará a una persona mayor o enferma es muy importante, después de todo, en ella se deposita la responsabilidad de hacerse cargo temporalmente de los habitantes más vulnerables de la casa. 

La profesionalización del personal encargado de estas tareas es una novedad en nuestra provincia, donde en estos días saldrán con un certificado de validez nacional más de 70 mujeres que realizaron los cursos de la Escuela de Capacitación para Servicio Doméstico, que se dictaron desde principios de año en la sede del Sindicato de Empleados de Casas Particulares (San Martín al 100).

Este año se dictaron tres cursos cortos, gratuitos, destinados a empleados de casas particulares: Cuidado y atención de bebés y niños, Cuidado y atención de adultos mayores y personas enfermas y Herramientas de Estudio.   

Adriana Vázquez, coordinadora de la Escuela, señaló que está orgullosa "del empuje y las ganas de progresar y de jerarquizar su trabajo", que mostraron las alumnas. Para ellas, el curso brinda posibilidad de adquirir conocimientos que queden plasmados en una certificación de validez nacional. Además, una vez recibidas, su nombre ingresa a una base de datos abierta a quien quiera consultar para contratar personal capacitado. 

En cada curso, de cuatro horas a la semana, explicó, las profesoras cubren distintos aspectos teóricos y prácticos para el trabajo cotidiano, como cuáles son las enfermedades más comunes de los chicos y cómo actuar ante una emergencia, normas de higiene y de seguridad, cómo leer cuentos, cómo entretener a los chicos. Además, se brindan nociones de cómo armar un currículum, la preparación para una entrevista laboral, el régimen legal que los ampara y cuál es su rol como cuidadores. 

Para Graciela Herrera, mamá de seis, el curso de cuidado de niños y bebés fue un aporte a lo que ya había hecho durante gran parte de su vida, pero de manera intuitiva.  "Aprendí las técnicas para desempeñarme como niñera, que en algunos casos eran cosas que ya conocía, pero que ahora tienen fundamento. En otros, aprendí que no es correcto darle medicación a un niño para bajarle la fiebre, a menos que sea con indicación del médico pediatra", explicó a LA GACETA.com

Melanie Orellana sueña con seguir estudios superiores, y para ello necesitaba adquirir destrezas que le sirvan para estudiar y estar a la altura de las exigencias de una carrera universitaria o terciaria. "En el curso de Herramientas de estudio aprendí a hacer resúmenes y técnicas para mejorar el aprendizaje", relató. 

"Me preocupaba no tener ningún tipo de capacitación. A los 45 años, no podía conseguir un puesto ni como cajera. Tampoco podía pagar un curso privado, por lo que, cuando se abrió esta posibilidad, la tomé", aportó María Esther Díaz. Para ella, además, el curso de Cuidados y atención de adultos mayores, marcó el despertar de una vocación. "Descubrí que esto es lo que quiero hacer, después de que visitamos un geriátrico con las profesoras y las compañeras. Además, ya conseguí dos trabajos como cuidadora". 

En el caso de Alejandra Molina, el curso le sirvió para conseguir una mejora en el trabajo que ya tenía, mientras que para Cecilia Martínez se convirtió en una posibilidad de ayudar a otros, elevando la calidad de vida de las personas mayores. 

"Me animé a cuidar una señora que tiene Mal de Alzheimer. Lo que recibí en el curso acerca de cómo manejar a las personas enfermas, cosas como aprender a bañarlas en la cama, cómo tratarlas, tener la documentación a mano para el caso de una emergencia... todo eso me fortaleció y pude encarar con más coraje mi trabajo", contó Cecilia.

Cristina Barraza aportó que, si bien encaró los estudios por razones personales, lo que aprendió fue invalorable. "Entre otras cosas, entendí que nosotras somos cuidadoras, no familiares, y que nuestra actividad tiene límites. En caso de emergencia hay que hacer contacto con los responsables, y mientrasa tanto, uno puede brindar apoyo y confortar a la persona enferma", explicó. 

La profesora Mary Trujillo es una de las encargadas de capacitar a las alumnas. "Tucumán necesitaba brindar la posibilidad de un oficio con una salida rápida salida laboral, y en este caso, las egresadas obtienen una certificación a nivel nacional, y quedan registradas en la agencia de empleo del sindicato. 

Dieciseis escuelas como esta ya funcionan en el país, aunque esta es la primera sede en Tucumán. El año próximo se agregarán otros cursos, como el de jardinería, informática, y terminación del secundario.

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