Roncar no siempre es descansar
Roncar es un problema de dos: del que padece este trastorno, y de quien intenta dormir a su lado, porque se sabe de algunos ronquidos que alcanzan una intensidad de 80 decibeles -equivalente a la de una avenida muy transitada-, cuando se aconseja que para dormir los sonidos de la habitación no deben superar los 30 decibeles. “Entre el cuatro y el 20 por ciento de la población general, padecen el síndrome de apneas obstructivas del sueño”, afirmó a AIM el médico Neumonólogo Luis Darío Larrateguy.
En diálogo con esta Agencia, Larrateguy explicó que se trata de una patología que se caracteriza por interrupciones repetidas de la respiración (apneas) superiores a los 10 segundos que suman, en muchos casos, dos o más horas de inadecuada oxigenación en una sola noche, que se acompaña de diversos síntomas o complicaciones. Sin embargo, de ese número de personas afectadas, sólo una de cada cinco es consciente de su problema y se somete a un oportuno tratamiento que es eficaz en el 90 por ciento de los casos. “Es de suma importancia que este elevado porcentaje de población que sufre síndrome de apnea del sueño sea diagnosticado y tratado adecuadamente a fin de evitar los graves riesgos a que puede dar lugar”, agregó el médico.
Ronquidos
El principal síntoma que tienen los pacientes con apneas obstructivas del sueño es el cansancio diurno crónico, que siempre está acompañado de somnolencia intensa durante el día, una situación que muchos pacientes no se explican al estar convencidos de que han dormido lo suficiente como para estar tan cansados. “La razón de esta paradoja, es que el afectado, al estar dormido, obviamente no es consciente de estas paradas o pausas respiratorias que interrumpen el sueño, por lo que si no ha oído hablar de esta enfermedad no sabe a qué se debe su sensación de cansancio”, dijo Larrateguy.
Otro signo asociado con la apnea del sueño es el ronquido fuerte. “Este ronquido se produce al final de cada interrupción respiratoria (apnea), es fuerte y estrepitoso, tanto que despierta y asusta al compañero de cama o habitación”.
El principal síntoma que tienen los pacientes con apneas obstructivas del sueño es el cansancio diurno crónico, que siempre está acompañado de somnolencia intensa durante el día, una situación que muchos pacientes no se explican al estar convencidos de que han dormido lo suficiente como para estar tan cansados. “La razón de esta paradoja, es que el afectado, al estar dormido, obviamente no es consciente de estas paradas o pausas respiratorias que interrumpen el sueño, por lo que si no ha oído hablar de esta enfermedad no sabe a qué se debe su sensación de cansancio”, dijo Larrateguy.
Otro signo asociado con la apnea del sueño es el ronquido fuerte. “Este ronquido se produce al final de cada interrupción respiratoria (apnea), es fuerte y estrepitoso, tanto que despierta y asusta al compañero de cama o habitación”.
Larrateguy destacó que “ser varón, obeso, ingerir alcohol -especialmente antes de acostarse- y no realizar ejercicio físico, son las principales características del individuo con apnea, aunque no estar incluido en ellas no significa que no se pueda padecer esta enfermedad”. En las mujeres, despertarse a la mañana “con la cabeza embotada”, más cansada que al acostarse y seguir con fatiga durante todo el día, sobre todo en la post-menopausia, son datos que deben alertar, más si se acompañan de ronquidos fuertes al dormir.
-¿Qué consecuencias trae esta enfermedad para las personas afectadas?
Las apneas se repiten durante toda la noche y la falta de oxigenación genera importantes problemas psíquicos, sociales, laborales, neurológicos y cardiorrespiratorios. Por otra parte, los accidentes de tránsito provocados por la somnolencia o falta de reacción al conducir, constituyen también una complicación común que compromete la vida tanto de estos pacientes como de sus familiares y de la sociedad toda.
Las apneas se repiten durante toda la noche y la falta de oxigenación genera importantes problemas psíquicos, sociales, laborales, neurológicos y cardiorrespiratorios. Por otra parte, los accidentes de tránsito provocados por la somnolencia o falta de reacción al conducir, constituyen también una complicación común que compromete la vida tanto de estos pacientes como de sus familiares y de la sociedad toda.
¿Cómo se diagnostica? ¿Qué son los laboratorios o unidades de sueño?
Para llegar al diagnóstico la persona presuntamente afectada de apnea, debe dormir una noche en una Unidad de Sueño o Laboratorio de Sueño, donde se le someterá a una polisomnografía, prueba que incluye un electroencefalograma que recoge la actividad cerebral durante ese período, un registro de los movimientos de las piernas y de los músculos del mentón, un electrocardiograma, un micrófono que registra los ronquidos, un registro de la respiración por nariz y boca, otro registro de los movimientos respiratorios de tórax y abdomen y el índice de oxigenación de la sangre. Aunque en muchos casos, cuando la Unidad de Sueño tiene la experiencia necesaria, estos pacientes pueden estudiarse en el domicilio con equipos simplificados.
Para llegar al diagnóstico la persona presuntamente afectada de apnea, debe dormir una noche en una Unidad de Sueño o Laboratorio de Sueño, donde se le someterá a una polisomnografía, prueba que incluye un electroencefalograma que recoge la actividad cerebral durante ese período, un registro de los movimientos de las piernas y de los músculos del mentón, un electrocardiograma, un micrófono que registra los ronquidos, un registro de la respiración por nariz y boca, otro registro de los movimientos respiratorios de tórax y abdomen y el índice de oxigenación de la sangre. Aunque en muchos casos, cuando la Unidad de Sueño tiene la experiencia necesaria, estos pacientes pueden estudiarse en el domicilio con equipos simplificados.
¿Existe tratamiento?
La buena noticia, aseguró Larrateguy-, es que hay opciones terapéuticas que permiten acallar los ronquidos y revertir la causa de las apneas. “Afortunadamente si hay terapias; dependiendo de la gravedad del cuadro, se elegirá el tratamiento a seguir que, en la mayoría de los casos, es favorable”.
La buena noticia, aseguró Larrateguy-, es que hay opciones terapéuticas que permiten acallar los ronquidos y revertir la causa de las apneas. “Afortunadamente si hay terapias; dependiendo de la gravedad del cuadro, se elegirá el tratamiento a seguir que, en la mayoría de los casos, es favorable”.
Además, indicó a AIM que “si el síndrome que afecta a nuestro paciente es leve, el tratamiento higiénico dietético, el tratamiento posicional o con dispositivos orales de avance mandibular, será suficiente”, pero aclaró que “si la polisomnografía nos muestra un síndrome de apneas obstructivas del sueño moderado a grave, éste se trata mediante el empleo de mascarillas nasales que administran aire a presión e impiden el cierre de la vía aérea, lo que le permitirá disfrutar de una nueva calidad de vida, ya que por fin tendrá un sueño reparador”.
De la Redacción de AIM
De la Redacción de AIM
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