Emocionante: futbolista llegó a primera división sin el antebrazo
Matías Dotour es uruguayo. Juega de lateral izquierdo y, desde esta semana, se entrena con la primera de Nacional de Uruguay, uno de los dos gigantes del país vecino. Por una malformación, nació sin el antebrazo
Cuando Matías Dotour nació, a su papá le dijeron que se preparara porque no iba a disfrutar muchas cosas de su hijo que otros padres sí harían. Le aseguraron que no gatearía, por ejemplo. Y tenían argumentos: a Matías le faltaba el ante brazo y su mano izquierda.
La esperanza llegó en un viaje a Tampa, Estados Unidos. Médicos uruguayos le dijeron que en el país norteamericano había una clínica donde podían hacerle una buena prótesis.Viajaron. Se la hicieron. "La primera prótesis —recuerda Matías en un cortometraje que realizó Teletón— tenía el puño cerrado para que pudiera gatear".
Y Matías empezó a superar barreras: gateó, caminó, corrió. Empezó a pedir la pelota: "¡Llegó a tener 23 balones! ¡Los conté: 23!", dice el papá. El fútbol era su diversión. Como para muchos chicos sin discapacidades. Matías lo disfrutaba como nada. Obligó a sus padres a plantearse la posibilidad de mandarlo a jugar a un club. Lo hicieron.
Rocha fue el primer club que lo recibió. Para jugar, Matías se sacaba la prótesis: "Ahí ellos veían quién era yo de verdad. Muchos no lo podían creer. A mí, me daba vergüenza", cuenta. Pero gracias al fútbol empezó a superar ese miedo: "Si me saco la prótesis para jugar al fútbol, ¿por qué no hacerlo para el resto de la vida?", se cuestionó.
Desde ahí dejó de esconderse para atarse los cordones.
En la cancha, desde chiquito ocupaba el lateral izquierdo —sí, es zurdo—. Marcaba la diferencia. De Rocha pasó a Lavalleja, y de Lavalleja saltó a Nacional, uno de los dos equipos más importantes de Uruguay.
Esta semana, Álvaro Gutiérrez, técnico de la primera, necesitaba un lateral para sus entrenamientos. Buscó a Matías. Con 19 años, Dutour lleva una vida absolutamente normal: maneja autos, se dobla la ropa. Y una faceta diferente a la mayoría de los chicos de su edad:juega al fútbol profesional.
"Eso de que algo es imposible... es mentira", asegura el lateral.
Matías, con voluntad y sacrificio, lo demostró.
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